Mi Bitácora Diaria
El que quiera hacer una carrera en las Matemáticas ha equivocado rotundamente su vocación si se le ha acostumbrado a depender de la memoria. Para los operaciones aritmeticas ya no se requiere de lápiz y papel, basta con una calculadora de bolsillo de las que apenas hace un siglo atrás en los años cincuenta y sesenta no existían.